sábado, 28 de marzo de 2020

Shadow of the colossus (PS4)


Hola mochuelines,

Vuelvo a encontrarme en una situación difícil, ya que me encuentro dando mis impresiones, mis feelings, sobre un juego que en 2005 emocionó y maravilló a mucha gente, y que hoy en día, con todo lo que ha llovido y ha ocurrido en el mundo de los videojuegos, quizá no tenga el impacto que tuvo entonces. También juega aquí la baza de que yo soy bastante imperturbable, y que a mi edad ya poco puede hacer un videojuego por emocionarme, pero está claro que este juego ha acertado, al menos, en convertirse en una experiencia única y muy disfrutable.




Explicar el juego no tiene demasiado misterio. Encarnamos a Wander, que llega montando a Agro y portando a una doncella cuya vida ha sido arrebatada injustamente a un templo a cuyo acceso se dice que está prohibido, pero donde cuenta la leyenda que existe una manera de resucitar a los muertos. Allí es informado de que portando la espada antigua hay una manera, pero tendrá que derrotar a los 16 colosos que pueblan la región, y tendrá que pagar un precio muy alto.

Así, jugablemente consiste en usar la espada para que aparezca un rayo que nos indique en qué dirección se encuentra el siguiente coloso y, una vez encontrado, hallar la forma de llegar a sus puntos débiles para derrotarlo. Algo así como una mezcla de aventura de acción y puzzles, ya que la forma de dañarlo no siempre es evidente, aunque tampoco supone una gran dificultad encontrar la forma de hacerlo.



Por el camino, un mundo abierto a explorar y recorrer, de exuberante y salvaje naturaleza, que es un placer admirar por su belleza y, aunque hoy en día estamos más acostumbrados gracias a obras como Assassin's creed o Uncharted, en 2005 recorrer un mundo así a caballo por el simple placer de ver los paisajes creados por el equipo de Fumito Ueda era algo mágico.
Si hay algo que siempre destaca de Shadow of the colossus, por encima de que sea técnicamente más o menos puntero, es que artísticamente es inmaculado. Esto se aplica también al tratamiento del sonido, con una banda sonora dinámica que aparece y desaparece siempre en el momento adecuado, y con la intensidad perfecta.



¿Me ha emocionado? ¿Ha sido una experiencia incomparable? No diría tanto, pero está claro que es un juego cautivador, SPOILER ALERT y hubo un momento que hizo llorar a mi hijo de 6 años, que estaba mirando como jugaba, y lo que ocurrió justo antes de la última batalla contra el 16º coloso le hizo llorar desconsoladamente. FIN DE SPOILER. Esta capacidad de crear algo especial es lo que diferencia a un juego del Team ICO, del que espero de nuevo una gran obra de arte para su próximo proyecto para ps5. Espero haber jugado ya a ICO y a The last guardian para entonces.

PD: Esta entrada llevaba una semana escrita, pero el colapso que ha sufrido internet estos días me había dejado sin servicio y me tenía sin poder publicarla. Espero poder seguir publicando con más frecuencia.

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