Hola
mochuelines,
Tras
más de 50 horas y conseguir 171 de los 173 oros posibles en Burnout
3 Takedown, daré por finalizado el juego. Me falta un Gran premio,
que son cuatro carreras relativamente largas para ser un arcade y la
prueba que se desbloquea tras conseguir, al menos, el bronce en éste
difícil Gran premio. El caso es que ya he conseguido oro en muchas
pruebas muy difíciles. Que no os engañe el hecho de que sea un
juego arcade, Burnout 3 exige muchas veces aprenderse de memoria, no
solo el trazado, sino también el tráfico, ya que en las pruebas
contrarreloj exigen unos tiempos inalcanzables si chocas.
Y aún así, a pesar de saberme de memoria los circuitos, en ese Gran premio que he dejado sin ganar ha aparecido el otro factor que ha sido quizá el mayor defecto que le he encontrado al juego: la dificultad injusta.
Hay
un problema con las carreras en este juego. A medida que vas
avanzando pasan de muy fáciles, con unos rivales sin inteligencia
artificial, a muy difícil, con rivales que se cruzan o que de un
empujón te envían directamente al choque con ese camión que estás
a punto de esquivar. No tendría ningún problema con ello si la
curva de dificultad fuera solo esa, pero el sistema de takedowns
añade una segunda curva de dificultad que es la que se convierte en
la mayor injusticia del juego.
Pero
antes un inciso. El juego se llama Burnout 3 Takedown por algo. Tanto
en carrera como en algunos otros modos de juego el Takedown es la
base de la jugabilidad. Consiste en hacer chocar a los rivales a base
de empujones, ya sea contra el escenario o contra el tráfico local.
También te contabilizan un takedown cuando estás muy cerca de un
rival y éste, al verse agobiado, comete un error y choca. Cuando
haces uno, se llena la barra de turbo y apretando uno de los gatillos
consigues una velocidad espectacular, con la que es más fácil
adelantar rivales, encadenar takedowns... y chocar, ya que es tan
frenética que el tráfico ni lo ves venir. Hay otras formas de
intentar llenar la barra de takedown, como derrapar o conducir en
dirección contraria, pero es mucho más lenta y se gasta más
rápido, además de que al hacer takedowns la barra crece (hasta un
máximo) de forma que el juego te empuja a hacer takedowns para ganar
carreras.
Sin
embargo, como decía, este sistema también influye en la curva de
dificultad, y por desgracia lo hace de forma injusta. No es algo de
lo que te des cuenta en las primeras carreras, donde todo está a tu
favor, pero llega un punto en el juego en el que de repente ves que
hacer un takedown no otorga toda la ventaja que se podría esperar.
Pongo un ejemplo verídico, nada más comenzar una carrera consigo
hacer un takedown doble, se multiplica y llena la barra de turbo, y
me pongo primero, me pongo en el sentido contrario del tráfico para
que no se vacíe del todo la barra y sin soltar el botón de turbo
hago una vuelta perfecta. Cualquiera podría esperar que tuviera a
todos los rivales a una distancia inalcanzable, pero ahí los tengo,
pegados al culo, y adelantándome a toda velocidad si pierdo el
impulso del turbo. Entonces choco yo y por más que después hago una
muy buena conducción (con algún que otro takedown) no consigo ganar
la carrera. La exigencia acaba siendo muy alta, y por desgracia es
por culpa de crear situaciones desfavorables.
Pero
dejando a parte eso, este juego hace honor a la leyenda que lo
acompaña como mejor juego de conducción arcade de ps2. El juego es
rápido, sobretodo con el turbo a tope, muy divertido, variado,
gráficamente excelente y de lo más completo. Permitía jugar
online, lo que hace 12 años tuvo que ser la hostia, o dos jugadores
local a pantalla partida y con todos los modos de juego que hay
disponibles para un jugador, aunque algunos de esos modos de juego
tengan poco o ningún sentido a dobles. Son el caso del contrarreloj
o del escenario de choque, en los que el juego a dobles se hace
alternando turnos. Se podría hacer igualmente compartiendo mando,
pero bueno, es un añadido que puedes aprovechar o no. Donde sí
brilla el juego a dobles es en los otros modos de juego, destacando
la furia al volante incluso por encima de las carreras. Y es que las
pruebas de furia al volante, tanto en multijugador como en
individual, acaba siendo el modo de juego más divertido. Se trata de
hacer takedowns, hasta llegar a un determinado número, pero esta vez
los choques sí deterioran el coche a diferencia de lo que ocurre en
los demás modos de juego, y cuando el coche está inservible se
acaba la prueba, así que hay que llegar al objetivo antes de que eso
ocurra.
También
el escenario de choque es muy divertido y hay que reseñar que en el
tour mundial te obligan a hacer determinados choques con determinados
coches, pero a medida que vas consiguiendo superar esas pruebas se
desbloquean para afrontarlas de modo individual, y fuera del tour
mundial puedes hacerla con el vehículo que quieras siempre que lo
hayas desbloqueado previamente. Y ocasionar el accidente más bruto y
caótico posible con un camión o un autobús es realmente divertido,
aunque con estos vehículos grandes hay un problema de cámara que
prácticamente te obliga a jugarlos con la vista interior, ya que con
la vista trasera el tamaño de estos vehículos te resta mucha
visibilidad.
Mención
a parte merece la banda sonora. Peca de poco variada, ya que
prácticamente es todo punk y hardcore americano, con temas que
pueden ser más o menos duros, pero sin salirse del molde. Eso, por
otra parte le da coherencia, y todas las canciones acaban encajando
como un guante en el juego. Desde las más conocidas, de grupos como
Ramones, My chemical romance o Ash, hasta algunos de los que no había
oído hablar nunca, como The ordinary boys, Eighteen visions o Mudmen, son temas muy
buenos.
El
comentarista que habla en los menús y al comienzo de las pruebas
está bien al principio, pero acaba haciéndose pesado y por suerte
se puede desactivar.
El
juego hace honor a la leyenda y en mi opinión, solo la saga Gran
turismo le priva de ser el mejor juego de conducción de ps2. Tiene
sus defectos, pero se ven de sobra superados por sus aciertos que lo
convierten en uno de los juegos de coches más divertidos y adictivos
que he jugado, y con la cantidad de pruebas disponibles en el tour
mundial (173), y la cantidad de desbloqueables que tiene, hay juego
para rato.
Nota:
9.1
Estoy completamente de acuerdo con la injusticia del World GP al q supongo q te refieres. Es una locura q conduciendo a la perfección en 4 carreras plagadas de coches y haciendo takedowns sin parar nunca mantengas una distancia con los demás coches, en cambio si chocas o te hacen un takedown una sola vez pasa de 1a posición a 6a y tus posibilidades de ganar sean de 0,0000.... Por no hablar de la dificultad de llevar un coche que solo con rozar la pared un poco la velocidad se reduce muchísimo. Esta prueba ha sido una completa decepción porq te hace casi imposible conseguir el 100% del juego.
ResponderEliminarExacto, poco más que añadir. Eso sí, releído varios años después parece que el texto me quedó algo negativo para lo que es el juego, una maravilla que en su estilo es de los mejores de la historia.
EliminarMuchas gracias por pasarte y comentar